¿Cómo salimos de la Matrix?
Cuando salió la película Matrix en el 1999 me encantó. Estaba justo en los principios de mi activismo mas radical, y tanto la estética como la idea de salir de la Matrix respondía a mi estado emocional de estos días. Salir del sistema, crear una resistencia… mis sueños se identificaban con ello. Esperaba con ansia la siguiente parte, fui a verla al cine y me topé con la mayor decepción que me ha causado una película jamás. La dos había caído en todos los tópicos de las películas de acción, y encima con un estilo mucho mas pijo (¡qué asquete!). Solo 5 minutos de toda la película captaron mi atención: el monólogo del arquitecto. Todo el potencial de la película está comprimido en este momento. En la tercera parte (que ya ni la vi en el cine) me pasó lo mismo: Los personajes me parecían de madera y el autosacrificio de Neo es tan estilizado que se vuelve patético. Hunde una idea espectacular. Estas dos películas son ejemplo de lo peor que puede hacer un artista: Arruinar una idea revolucionaria por mala producción.
Aún así, las ideas de fondo de la serie se me han quedado clavadas: En la primera película Neo aprende que la sociedad cómoda en la que vive es una mentira, que es un sueño superpuesto a una realidad brutal y explotadora. En la segunda descubre que el y su gente son parte de un gran plan de control de los explotados, que “la resistencia” está planificada por el sistema para dar a las personas la ilusión de poder elegir. Y la tercera película propone que la salida de esta violencia no es ganar a los malos sino hacer la paz con ellos.
Leído así son metáforas profundas y actuales. Las tres merecen ser exploradas, pero ahora mismo me interesa la idea de la “resistencia” planificada. El sistema de la Matrix ha creado un espacio para los rebeldes natos, un lugar donde creen que están luchando, pero en el que realmente siguen dentro del control del sistema. Es el engaño perfecto.
Cuando miro a las izquierdas actuales, cuando veo que lo que nos impide avanzar en gran parte son nuestros propios enredos, trabas y trampas, cuando veo como lo aparentemente liberador muchas veces se convierte en una cárcel, me pregunto si esta metáfora describe lo que nos esta pasando. Me pregunto si nuestros fracasos vienen de que no nos liberamos de verdad, solo nos escapamos al reservado de los inadaptados. Un lugar donde nuestra fuerza transformadora se vuelve un factor estabilizador del sistema.
Sé que esta reflexión lleva fácilmente a las teorías de conspiración, un campo tan lleno de especulaciones e ideas extrañas, que rehuyo de el. Creo que entrar ahí confunde mas que ayuda, porque para ver el laberinto no hace falta ver el arquitecto, ni siquiera hace falta creer que exista.
Lo que si que hace falta es reconocerlo, reconocer que estamos perdidos, que estamos caminando en círculo, que nuestras acciones se han convertido en rituales vacíos. Porque solo si lo reconocemos podemos romper el círculo y empezar a buscar un camino hacía un cambio verdadero.
Así que, te pido que por un momento te imagines dentro de este laberinto, que aceptes que estamos en una resistencia falsa que nos proporciona una vía de desfogue para nuestra furia real. ¿Cuales son las ideas que nos llevan a sumergirnos cada vez mas profundamente en el laberinto?
Benditas anomalías , que se escapan de lo esperado y hasta de lo programado.
¡Y resulta que la anomalías son sistemáticas! Entiendo que forman parte de una naturaleza que, en su esencia, es irreductible, improgramable. No porque sea rebelde, porque es libre.
El que seamos tan fáciles de encauzar en una dirección, ¿tendrá que ver con que la verdad personal de cada uno: sus capacidades, sus límites, entre ellas la capacidad y los límites reales para elegir, sus motivaciones… permanece ignorada en lo profundo de nuestro subconsciente, sin ser tenida en cuenta a la hora de decidir? Hay personas que parecen ser admiradas universalmente. ¿Será porque son personas que han sabido, o tenido el valor, de vivir en contacto con esa verdad y libertad profundas y, en el fondo, eso es lo que deseamos todos?
¿Si estuviéramos en contacto con algo que es verdad, seriamos manipulables?
Hoy se dice que el conocimiento es poder, antiguamente se decía «conócete y conocerás el mundo» Podríamos unir las dos: conócete y tendrás poder sobre los programas del mundo.
Respondiendo a la pregunta: ¿Cuáles son las ideas que nos mantienen en el laberinto? y contestando por mi, digo: las que surgen del miedo, si permito que me guíen.
Reanu keaves es uno de los actores que más admiro, se le puede ver por los parques de new york sin el mínimo atisbo de actitudes pretenciosas, incluso viajando en metro, no es de extrañar que su personalidad se vea corrompida por la naturaleza de su trabajo, yo simplemente lo veo como un esclavo más, y reconociendome humildemente como esclavo, siendo más o menos consciente de lo que eso implica; tanto mi condición humana como mi incapacidad para dar respuesta a todas la preguntas que se plantean aquí, y que por lo tanto están presentes en los corazones de cada uno de nosotros, me obliga a no más que ofrecer mi comprensión para el abatido por «la matrix». Muchos lo tacharan de «buenismo» y no es más que una simple apología al oprimido, al que día a día lucha por salir adelante, como bien dice el dicho. Aquí creo que radica el verdadero amor incondicional, el que no juzga, el que comprende, porque establece límites sanos, de equilibrada convivencia, sino que al estar sumergidos en la matrix, la misma convivencia se convierte en una lucha, en una guerra… la cuál como bien sabremos se recibe con amor, no se trata de combatir o pelear con ella, por que de esta manera cometemos el terrible error de entrar en su juego, de autoengañarnos para hacernos creer que ejercemos un papel relevante en el camino de progreso que sufre la humanidad. Más bien se trata de trabajar con un profundo sentimiento de entendimiento, aceptación y sometimiento a nuestras leyes naturales para conseguir establecer una convivencia legítima de edificación de la vida, donde todo se encuentra en equilibrio (esto se lo dejo a los matemáticos). Puede parecer utopía, pero todo se resume en nuestra educación (este es un punto muy intersante y me gustaría recalcar el hecho de que nos privan de una materia tan básica como lo es la filosofía) A medida que me introduzco en la cultura occidental logro comprender muchas cosas, yo vengo de un mundo muy cerrado, donde te toca lo que te toca y tienes que aprender a vivir con ello. Quiero darle las gracia a cada uno de vosotros por el noble esmero impetuoso y envidiablemente respetable con el que vivís cada detalle de vuestro día a día, en la otra entradade marchando exprasaba mi inquietud sobre ese vacío existencial que cuesta tanto describir, pero es esa etapa de incalculable valor la que nos permite encontrarle un sentido a este vano sistema . Quiero dejar claro que mi forma de percobir las cosas, no es más que eso: una visión subjetiva de nuestro entorno así bien quiero aprovechar la ocasión para aludir a una frase de Ernest Hemmingway:
«Todos estamos rotos y es por nuestras grietas donde dejamos salir la luz»
Hola Charo, hola Julio Cesar,
llevo un rato dando vuelta a lo que habéis escrito, y acabo de caer que en el fondo estáis hablando de algo muy similar: de (no) conocerse. Charo lo hace mas a un nivel personal, que cada uno de nosotros necesita conocerse y escuchar esta voz interna, si no somos manipulables. Julio Cesar entra mas al tema de nuestra condición social y humana, que saber actuar adecuadamente o no depende en gran parte de cuanto conocemos a nuestra sociedad y a la naturaleza humana. En el fondo el perderse entonces ¿tiene que ver con no pararse a conocer? ¿Lo veis adecuado así?
Besos y abrazos
kathy