Si el ser humano tiene capacidad para el bien, ¿entonces porque los movimientos sociales y políticos no consiguen activarlo? ¿Porque todos los proyectos que empezamos acaban o con enfrentamientos internos o se desvanecen silenciosamente?
Porque nosotras somos igual o peores que las ONG. Ellos fingen ayudar a la gente, cuando en realidad solo evitan la miseria mas sangrante. Nosotras fingimos luchar, pero no lo hacemos de verdad, estamos representando una parodia de lucha cuyo primer objetivo es que nosotras nos sintamos los buenos; actuamos mas para calmar nuestro malsentir que para cambiar la realidad.
Así que nos quedamos atrapadas en las superficialidades. Por un lado rechazamos todo lo que viene de los malos, pero si viene de los buenos parece que aceptamos cualquier cosa. Además hablamos de cambiar la sociedad, cuando en práctica tendemos a atrincherarnos en nuestros guettos. Nos contamos que estamos en lo mismo cuando muchas veces incluso dentro de nuestro propio discurso hay enunciados incompatibles. Encimo nos importa tanto que el activismo sea divertido que no sabemos que hacer cuando recibimos una respuesta mínimamente represiva… Pero ante todo repetimos lemas, eslóganes, discursos… sin preguntarnos a que sociedad llevarían si les pudiéramos materializar – tampoco importa, ya que estamos convencidas de que esto nunca pasará.
En el mejor de los casos somos aficionados del activismo, amateurs del nivel 0.001. Y solo cuando me conviene y apetece, en mi tiempo libre. Cuando tenga el dinero para cubrir mis “necesidades” (léase: todo lo que yo quiero tener). Porque la vida de verdad se hace en el trabajo, en este espacio dominado por señores como Warren Buffet.
Y por todo esto y más vamos perdiendo. Nosotras, la humanidad y la tierra.