¡No puede ser!
Después de varios días de reflexión más teórica hoy he vuelto a un relato, otro ejemplo claro de asamblea coñazo, esta vez fui yo una de las principales protagonistas de generar un desastre. “Somos una asamblea abierta, una asamblea verdaderamente democrática, cualquiera que viene puede participar en las decisiones”, me explicó Pepe un día presumiendo…