Los cambios sociales han de realizarse, o dicho de otra manera, han de ir acompañados de un cambio de la persona, hasta llegar a conseguir que la persona sea el centro de la vida, y que sean los sistemas económicos, los políticos, las ciudades y los pueblos los que estén al servicio de la persona. Derivado de esta visión de la vida, de la historia, llevado a la vida personal, lo que más me preocupa es mi coherencia, y intentar vivir como pienso, estar dispuesto a seguir aprendiendo y desaprendiendo.

Llevado a un episodio de incoherencia personal, que es lo que se me pide aquí, quiero reflejar este caso reciente: Tenía que cambiar la iluminación de mi viviendo. El coste era muy diferente según el sitio donde comprar los propuestos.

Mi convencimiento me decía que los debía conseguir a través del pequeño comercio, huyendo de las grandes superficies, sin embargo los compré por internet en una gran cadena. Los presupuestos me traicionaron.

Rufino Hernández

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