Pistas sobre como sí podríamos cambiar las cosas (Síntesis de lo escrito XI)
El curso pasado el enfoque principal de este blog fue describir y analizar lo que hace fracasar a nuestras luchas. El objetivo fue y sigue siendo evidenciar nuestro primer enemigo somos nosotros, que continuamente tiramos de piedras a nuestro propio tejado. Con esta investigación quiero evidenciar lo urgente que es cambiar nuestras propias formas para poder construir este proyecto liberador del que tanto hablamos.
Colectar estas evidencias solo es una primera fase, el objetivo real no es descubrir nuestros fallos, sino al revés, entiendo este análisis como primer paso en la búsqueda de otras formas, formas que nos permitan transformar de verdad:
Si queremos que nuestras acciones tengan impacto en la realidad, que realmente nos permitan generar cambios en la sociedad, hace falta otra manera de organizarnos. Una manera que nos permita diálogos verdaderos, no solo intercambios de opiniones sin comprensión real del otro, diálogos que nos lleven a los temas de fondo, a generar un criterio común de fondo. Necesitamos una manera de organizarnos que nos permita llegar a acuerdos profundos, acuerdos sobre los que construir una unión real, una unión lo suficientemente fuerte para aguantar la tensión de la lucha. Necesitamos una manera de organizarnos que nos lleve a una acción liberadora, no solo a declarar la liberación.
Desacuerdos soterrados que dañan a nuestras luchas
Espero que con el tiempo hablaré más de lo que sí funciona, pero hasta ahora solo he entrado rozado algunas lineas propositivas.
Poner la verdad en el centro
Una clave principal tanto para la lucha como la vida en general es la honestidad, asumir las verdades tal y como son.
Estoy consciente de que la verdad es infinitamente compleja y no somos capaces de comprenderla de todo. Siempre nos faltarán cosas de la realidad por descubrir, información que hace crecer nuestra mirada. Es parte de la condición humana. En Fundamentos teóricos y filosóficos entro con más detalle a este tema
Pero esta complejidad no la debemos tomar como escusa para negar las partes de la realidad que no queremos ver. Una cosa es que no estemos conscientes de mucho, otra cosa muy distinta es montarse un mundo fantástico en el que solo admito lo que me conviene. Este engaño, que en gran parte es un autoengaño, nos impide el diálogo y el encuentro con la realidad y por ende transformarla.
Si realmente queremos construir nuestros proyectos es fundamental abrir los ojos, los oídos y el corazón. Tenemos que permitir que la información y las miradas extrañas nos lleguen y que nos transformen. Porque estas miradas contienen visiones que no nos podemos imaginar, aspectos de la realidad que todavía no sabemos ver y necesitamos que ellos nos guían para descrubirlas.
En este blog intento llevar este planteamiento a la practica para evidenciar algo que veo muy claro, pero muchas compañeras y compañeros no saben o no quieren ver: Lo lejos que estamos de ser el proyecto emancipatorio que declaramos.
Si queremos crecer, si queremos que nuestros proyectos tengan un futuro, tenemos que ser muy duros con nosotros mismos y salir estos autoengaños. Un ejemplo de como hacerlo hago en La importancia de la autocrítica donde cojo una variedad de experiencias, mías y de otros y pregunto: En estos relatos, ¿cuánto nace de nuestro deseo de aparentar bien y cuánto de nuestro esfuerzo de relatar la realidad? Más ejemplos encontraréis en todas las entradas de este blog.
Claves prácticos para la organización
Trabajar en el fracaso
En Perder el miedo al fracaso comparto algo que me enseñaron hace años: Tomar el fracaso como el estado base de un proyecto y esforzarse continuamente para reducirlo, es decir trabajar para que nuestras acciones cada vez sirvan más para acercarnos a esta realidad utópica. Mi experiencia me ha demostrado lo rápido que podemos mejorar si asumimos nuestros fracasos.
Para que esto pueda funcionar, hace falta un criterio para revisar la acción, una dirección hacia la que caminar, hacen falta acuerdos y orden.
Trabajar con dirección y orden
En ¿Cómo controlar a los egocentrismos en la asamblea? y Ser demasiado abiertos nos vuelve excluyente llego a la misma conclusión, pero desde otro punto de partida. Las dos entradas parten de la pregunta: ¿Cómo prevenir que las motivaciones ocultar dominen la asamblea y desvíen el proyecto.
Propongo dos lineas de acción.
Primero es muy importante tener claro cual es el objetivo del colectivo, el criterio de decisión. Si queremos ayudar a los inmigrantes, nuestra pregunta guía en todo momento debe ser: ¿Cuál es la mejor forma de ayudarles? ¿Cómo respondemos realmente a sus necesidades? Y desde ahí desarrollar respuestas y planes de intervención concreta. Si trabajamos así, muchas acciones ‘guays’ o de apetencia personal se quedan fuera porque no sirven para esta lucha. Por esto personas que buscan responder a estas apetencias personales se irán de un colectivo centrado.
La segunda linea apunta hacia trabajar de manera ordenada, buscar el momento correcto para cada cosa. Muchas cosas son validas, incluso importantes, pero en momentos distintos. No vale cualquier cosa en cualquier momento. Es fundamental ordenar el proceso colectivo, buscando hacer en cada momento lo adecuado para este momento concreto. Aquí me refiero a todas las partes del proceso organizativo, desde las acciones hasta la manera de organizar las asambleas. Igual que el punto anterior alejará a las personas que no quieren trabajar de verdad.
Y alejar a estas personas en un primer momento es sano, porque cuando están dentro no están de verdad y por esto perjudican los procesos del colectivo. Es mejor tenerles fuera de verdad, así las personas que realmente quieren se pueden esforzar de manera unida para acercarles.
Generar acuerdos
Otra cosa necesaria para todo proceso colectivo es generar acuerdos de verdad. Una lucha, un proceso de transformación es difícil, necesitamos personas que creen de todo corazón en lo que están haciendo. Y esto no se genera con decisiones de mayorías u otras imposiciones, solo con acuerdos reales. Necesitamos encontrar puntos que cada miembro del grupo es dispuesto de defender de verdad. Hay mucho que descubrir sobre este tema, un primer paso he dado con el taller De imposiciones, compromisos y acuerdos.
Actitudes necesarias para una lucha
Disposición para aguantar
En nuestros ambientes hablamos mucho de lucha y de transformación social, pero no asumimos lo duro que es hacerlo de verdad. Es un camino contracorriente que pide enfrentarse a muchas barreras.
En Por esto se llama lucha describo lo difícil que es sostenerse en este camino. Nombro tres niveles de obstáculos: en una misma, en aquellas personas que nos rodean y en las instituciones.
La entrada Cómo hacer lo imposible relata aspectos de una lucha mía, de cuando participé en la construcción de un proyecto tachado como ‘imposible’. Este texto se centra en las resistencias personales que he tenido que enfrentar durante estos años, es decir como he tenido que superar mis propios miedos y debilidades. También hablo de las resistencias ambientales, ante todo de todas de todas aquellas personas que no entendieron nuestro proyecto y cuya crítica nos podría haber hundido si les hubiéramos dejado.
Por esto se llama lucha II: Nivel colectivo entra al plano institucional: Si queremos transformar la sociedad nos tendremos que enfrentar a la represión. Si realmente generamos un cambio social, vendrá sí o sí. Todo movimiento que ha cambiado la realidad social ha tenido que pasar por esto: represión abierta, juicios, difamaciones, gente en la cárcel, muertos… Todo movimiento que se debe preparar para ello o será derrotado. Ahora, la confrontación, el conflicto abierto es inevitable, lo que sí podemos controlar es nuestra manera de manejarlo. Y si no viene nos debemos preguntar que hacemos mal.
Respeto al pensamiento distinto
Otro elemento necesario para construir una lucha es el respeto al pensamiento de los demás. En Cerrándonos al diálogo con otros pensamientos estamos haciendo el trabajo del sistema y Nos dividimos y por esto estamos vencidos hablo de lo dañino que es nuestra falta de respeto a pensamientos distintos a los nuestros.
Hablando con ellas relata mi contrapropuesta desde la experiencia vital: Cómo salí a conocer las mujeres de un barrio y aprendí a respetarlas en su lucha, aunque piensen de manera totalmente incompatible con las ideologías de izquierdas.
Cómo afirmé en Fundamentos filosóficos y teóricos, la realidad es compleja y todos tenemos nuestros razones. Despreciar a otro por sus ideas nos aleja de ellos, alimenta la desunión. Y si queremos enfrentarnos al poder necesitamos generar unión entre muchos sectores sociales.
Referentes
A lo largo del año he nombrado dos personajes públicos que para mi han sido guía e inspiración, dos personajes que de maneras muy distintas han dado ejemplo de caminos dedicados a la transformación.
Primero en Homenaje a Ursula K Le Guin hablo de está la escritora, una de las grandes de la ciencia ficción. Con sus novelas he aprendido cuánto la cultura determina a las personas, que diferente se experimenta el mundo a través de diferentes miradas culturales. Si hoy en día se me hace tan fácil entender diferentes paradigmas, en gran parte es porque sus novelas me lo han enseñado de una manera vital.
El segundo ejemplo que nombré fueron Las Patronas, mujeres mexicanas que llevan décadas alimentando a inmigrantes que pasan por su pueblo en el camino hacia Estados Unidos. Su acción demuestra la sencillez de la acción humana y también es ejemplo de perseverancia.