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Por esto se llama lucha II: Nivel colectivo

En Por esto se llama lucha hablo de lo difícil que es este camino de resistencia, de cuanto me cuesta a mi sostenerme en el. Pero la elección personal, la elección de mantenerme yo solo es el primer nivel. Otra cosa muy distinta es el nivel grupal

Independiente del tema, sea laboral, de vivienda, un proyecto de transformación integral… si realmente se defiende a los oprimidos, en todos y cada uno de ellos hay que enfrentarse al poder. En todos. Porque para esto se organiza el poder, para defender privilegios, los privilegios de pocos. Y cualquiera que cuestiona o amenaza estos privilegios será ataco, cualquiera.

La realidad es que esto no está pasando, no nos atacan, no aquí en Europa, no mucho. ¿Por qué? ¿Por qué el poder aquí no existe, es bueno? ¿O por qué nosotros no estamos con quienes deberíamos estar? ¿Por qué en verdad no estamos al lado de los marginalizados? ¿No estamos luchando? ¡No!, ¡no estamos luchando!

Pero debemos hacerlo, nuestros ideales lo piden, si los siguiéramos nos llevarían allí. A estar donde faltan tantos derechos y libertades, donde hay explotación, opresión, sufrimiento atroz. Llámese trabajo explotado, desahucios, falta de recursos, mutilaciones, guerras, trata de personas humanas… Todo esto pasa, está pasando en la actualidad, y mucho. Ahí es done el poder ataca al humano, a la dignidad, a menudo con la ley de su parte. Ahí es donde los ideales de libertad, justicia y paz nos piden luchar. Y si lo hacemos, si realmente nos juntamos con los apartados, si nos aliamos con ellos y empezamos a velar en su favor, por lógica nos enfrentamos al poder. Porque para esto existe, para defender privilegios, los de pocos, y los defenderá con todo lo que tiene. Atacará.

Y si no nos ataca ahora es porque no lo hacemos, porque el poder no se siente incomodado por nuestras acciones, porque lo que hacemos es anecdotico, superficial, infantil, porque sabe que si nos dejan hacer nos vencemos solos, nosotros mismos, que en el fondo estamos obrando en su favor.

Si no fuera así, si hiciéramos bien nuestro trabajo, hubiera presión, pero presión de verdad. No como ahora que de vez en cuando cogen a uno o dos, sino intentarían pillarnos a todos y todas, como pudieran. Irían a por nosotros en masa.

Es inherente a cualquier proceso de lucha: Te enfrentas al poder y tienes que saber sostener el conflicto, el castigo, tienes que aguantar. Cualquier grupo de lucha necesita estar preparado, se tiene que preparar o fracasará. Porque, ¿de qué sirve una batalla si el movimiento se cae por una primera multa o pena de cárcel? De nada, nada de nada. O sí, sí sirve, sirve al poder porque refuerza el sentimiento de que No se puede hacer nada.

Ahora viene la pregunta que duele: Todos nuestros discursos, estos discursos tan bonitos a nivel superficial, los que predican que ser inclusivo es asumir que Todos estamos en lo mismo, que ser abierto significa que cualquiera puede hablar, tomar decisiones, y otras ideas, ¿todo esto es útil para un proceso de lucha? ¿Nos posibilitará aguantar? ¿O al revés, son barreras, ideas que nos imposibilitan luchar?

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